En los ultimos días

Andy Kehoe

Me echaron del trabajo. Casi tres semanas de esclava del hogar. Crisis depresiva por el ocio, excesiva televisión española, ausencia de capital para hacer cualquier cosa de alimentación espiritual (cine, teatro, libro). Quejas continuas, ausencia de duchas en mi cuerpo y exceso de lágrimas en mis ojos, entrevistas en trabajos chungos sin resultados.

Supongo que el ente supremo que me supervisa de vez en cuando, se dio cuenta que meter su mano era necesario en mi situación y lo que me ha mandado no ha sido nada fácil de afrontar, pero ahí voy, como una guerrera Samurai saliendo airosa y medio viva de cada batalla.

Me llamaron un miércoles para decir que empezaba al día siguiente a las 17 horas a hacer encuestas telefónicas. ¡Vale! Bien, por un tiempo eso esta bien, por lo menos no tengo que vender nada. El jueves, por la tarde, entrando al trabajo, me llamaron de otro trabajo para decirme que el lunes comenzaba un cursillo de 3 semanas:

- ¿qué horario te viene mejor, por la mañana o por la tarde?
- Por la mañana
- Muy bien, es de 9 a 15 horas.
- Perfecto… (¡qué suerte! Podré combinar las 2 cosas)

Ahora, no tengo tiempo de pensar si estoy triste o feliz, si España esta en crisis o es una confabulación del PP para desestabilizar al gobierno, no veo House, Aída, Cuestión de Sexo, Mujeres Desesperadas, CQC, Buenafuente, y esta claro que el correo electrónico ya casi me lo cierran por falta de uso, tengo que escribir chorradas un viernes para actualizar mi Blog. Ya no me entero si mañana llueve o hay sol, si tengo que salir con botas o sandalias, si tengo que usar jersey o camiseta. Me levanto a las 7 horas, me tomo un café, preparo un bocadillo para el almuerzo, hago la lonchera con la comida, me ducho, me arreglo sin accesorios ni maquillaje y estoy justa en la parada para el metro de las 8:12 horas.

En la etapa de crisis me prometí que iba a tratar de buscar un master para estudiar algo y así mi cerebro no se terminara de tirarse tres peos por falta de uso útil. Y justo el fin de semana pasado me di cuenta que tenia tiempo hasta hoy, para preinscribirme en los masters de la Universidad de Valencia, eche un vistazo a vuelo de águila y sin profundizar mucho, llene la planilla para solicitar la preinscripción en dos: Genero y Políticas de Igualdad y Gestión Cultural. Criterios de selección: son oficiales, económicos dentro de lo que cabe, en uno tengo experiencia y me gusta (gestión cultural) y del otro no se nada y me llama mucho la atención conocer del tema sin mayores pretensiones.

Pido permiso para llegar tarde el jueves al cursillo para ir a llevar los papeles a la Uni. 100% aptitud me lanzo al Instituto de la Dona con mi montón de fotocopias y originales. Y la Sra. Receptora X, me pide mi CV, soportes de experiencia en el área y carta de motivación para hacer el master, y por supuesto que no tenia nada de las anteriores, solo el CV y en casa, le solicite el correo electrónico para enviarle la información en cuanto llegara a mi casa reventada a las 22:30 horas, después de pasar todo el día currando en trabajos de mierda.

En el metro esquematice la puñetera carta, cuando llegue a casa y la leí me di cuenta que era una mierda, pero realmente no tenia tiempo de inventarme y escribir mas paja de la que ya había escrito, así que la deje tal cual como estaba y la envié, que sea lo que la comisión seleccionadora le de la gana, ojala se rían mucho con mi carta y eso les haga tener a una alumna chistosa y con cero experiencia en el tema. Aquí va la carta:

Valencia, 29 de Mayo de 2008




Atenc, Master en Género y Políticas de Igualdad


Antes de venir a España, no me había planteado profesionalmente formarme y adentrarme en los estudios de género y las políticas de igualdad. Quizás por ignorancia, o incandescencia absoluta en temas políticos, perdida del Estado de Derecho, inseguridad y pobreza que cada día eclipsan con mayor fuerza fenómenos sociales como la violencia de género, que se percibe como causa de algo coyuntural y no estructural, de un país como Venezuela que vive en una perpetua crisis a pesar de las exorbitantes remesas petroleras que no son redistribuidas en un proyecto de desarrollo económico y social. (Etapa A: Soy una loser)

Europa es sentida por muchos latinoamericanos como el umbral del capitalismo. Un continente con mucha historia, guerras, reconstrucciones, donde se han madurado la mayoría de los escollos económicos, culturales y sociales que aun vivimos en el tercer mundo. Pensar que en España, la lucha por la igualdad de genero era un problema social real, cotidiano y arraigado junto a la violencia generada en las relaciones de pareja, no era desde mi perspectiva una situación esperada de una sociedad del primer mundo, donde desde afuera todo se ve como “casi” perfecto. (Etapa B: Tengo que jalar bolas y meter el puñal)

Aunque con solo asomarme a la puerta puedo observar que, las desigualdades entre hombres y mujeres, no es solo un problema de España, es algo que trasciende las fronteras nacionales y que con muchas lupas podrían detectarse culturas, religiones y pueblos inundados de esta perturbadora realidad, cada una con sus particularidades y matices. (Etapa C:¿Qué dices?la formula del agua tiia ya se descubrio)

La diferencia radica quizás en la importancia de la difusión, el estudio y generación de políticas tangibles de igualdad, además de, la forma de aprensión individual y colectiva que tenemos de los patrones, las diferentes formas de percibir lo normal de lo anormal, lo bueno de lo malo, lo sano y lo enfermo.

Quizás mi mayor motivación sea el desconocimiento que tengo en el tema, estar paralizada por falta de herramientas teóricas y metodologicas, querer aprender de las experiencias, análisis y conclusiones en relación al género y las políticas de igualdad es mi mayor impulso para hacer el master. Construir un puente entre mi experiencia como socióloga especialista en gestión cultural con bases teóricas en políticas de igualdad y estudios de género para así lograr intervenir de forma efectiva y creativa la realidad, es mi objetivo final. (Etapa D: Solo se que no se nada)