Gulapajarito y Andrés-Escatology
Vicent Mathy Esta es la historia de un pajarito, de esos de toda la vida, pequeñito y marroncito, de los que cantan y hacen de tus amaneceres algo especial. Un martes de Junio su madre no lo pudo acompañar al parque como todos los días y se le ocurrió que era una buena idea no escuchar la constante advertencia: hijo, no comas tantas chuches, te va a doler la panza. Pajarito pensaba que era absurdo dejar dañar los alimentos que gentilmente dejaban todos los días los niños para ellos en el parque. Ese día fue más temprano que de costumbre al parque y se lo comió todo. Lo dulce y lo salado, los restos de zumo y de batido. Era el día más feliz de su vida. Comió y comió hasta que se dio cuenta que estaba tan pesado que no podía volar. Se quedo escondido y asustado en la papelera, hasta que pudo volar. Al día siguiente, pajarito se levantó muy temprano mareado, con malestar estomacal, estaba revuelto y tenía ganas de vomitar. Era el miércoles del eclipse, se quedo retozando un rato