Ángeles Navarro

Lo dicho, no todo es tan oscuro como los Emos, quizás ni ellos son tan oscuros como nos quieren hacer creer, lo que es obvio, patente y quizás poco estimulante es reafirmar la exacerbación del individuo centrado en si mismo. Esto también representa una hostilidad de nuestro mundo. Como individualidades en ocasiones nos detenemos, pensamos, reflexionamos y continuamos dando marcha a la cadena infinita del “Yo Quiero”, “Yo soy”, “Yo puedo”, “Yo tengo”, y no hay limite, pero esto tampoco es suficiente. Nunca nada será suficiente. Lo contrario seria estar feliz, estancad@, aburrid@, sin norte. La felicidad la entendemos hoy como la búsqueda infinita de más. Más tiempo, más arte, más amor, más dinero, más respeto, más armonía, más libertad, más agua, más comida, más paz, más libros, más tecnología, más amigos, más fiestas, más dinero, más coches, más viajes, más trabajo, más futbol, más juguetes, más poesía y más de todo aquello que cada uno piensa que hace falta para el propio ego y para e

Roman Dirge Una de las conclusiones que he sacado a priori de todo esta historia de los Emos y las Tribus es que estos chicos son una tribu urbana tan nueva, que ni siquiera se han tomado la molestia de reflejarla en un libro sobre las tribus urbanas , editado por arcopress en el 2008, el libro se llama “Tribus Urbanas. Ritos, símbolos y costumbres” y lo escriben un par de polis de investigación que se han puesto seudónimos, ellos son, David Madrid y Jorge Murcia. Antes había leído otro editado por Paidós en 1996, Tribus urbanas: El ansia de identidad juvenil: entre el culto a la imagen y la autoafirmación a través de la violencia, escrito por Pere-Oriol Costa i Badia y un par de colaboradores. Entendí que en este no se hacia alución a los Emos por lo antiguo del libro, sin embargo desarrollan su investigación de las tribus urbanas a partir de unas categorías de análisis interesantes: la imagen, afectividad, rebeldía y mediatización. Ambos trabajos son sumamente descriptivos, realizan

Pirineos (Imagen:Andres García, noviembre 2008) Ella caminaba con su clásico y poderoso andar rápido, mueve su culo sigilosamente y al son de los tacones de charol azul cobalto. Su falda roja de talle largo a media pierna, le acentúa a la perfección su esmerada silueta. No hay un detalle en su imagen que no esté cuidado por ella. Pero en este momento el sonido del asfalto retumba a su paso. Son las once de la mañana, tiene un café en su mano derecha. Se detiene en la nada ante el ruido de su móvil, busca en su abrigo, no está ahí, abre la cartera y responde: “Siiiiiiii….¿Qué pasa Marcos?.....¿Qué.qué!!!....Vamos a ver Marcos, escúchame bien, ¿Para qué coño te pago?, ¿es acaso para que me llames porque la creída de relaciones públicas del festival no te coge el teléfono?, no cariño, te pago para que llames y digas que ya resolviste ¿Cómo? No sé, búscate la vida papito, eres guapo y pensaba que inteligente, si ella no te coge el teléfono, mándale flores, invítala a comer, follatela, ha