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Mostrando entradas de agosto, 2012

Cuqui GPS VIP

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Marta Rodriguez Baliña Ya estamos juntas, verifica la gasolina. Colócate el cinturón de seguridad. Cierre los ojos y repite conmigo: nada, ni nadie me puede perturbar en la carretera, soy la protagonista del camino, cuqui me llevará hasta donde quiero ir. Abre los ojos. Prográmame. 3, 2, 1…Nos vamos. Sigue recto, dale, dale, un poquito más. Cruza en la esquina del chino a la derecha. Frena, el semáforo esta en rojo. Deja de mirarle el culo al ciclista que cruza la calle. Avanza. Dale más, cuidado con el badén. ¿Ves la rotonda? Cuenta bien, en la tercera salida no es, es en la siguiente, 1, 2, 3, ahora sal. Sigue recto, un poco más, ya casi llegamos, ve buscando sitio para aparcar. Recuerda que es ilegal la doble fila y que la última vez te multaron por no pagar la O.R.A. Muy bien, ¡Enhorabuena! Hemos llegado. Apaga el coche. Respira profundo y dame las gracias en voz alta.

Espontaneidad & Locura

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Cuando lees, escuchas, investigas en temas relacionados con crecimiento espiritual, psicología emocional, paz interior, descubres como te mandan incesantemente mensajes relacionados con la necesidad de pensar y actuar de manera espontanea sin ningún temor. Pensar si, es verdad, cuando piensas, lo más lejos que puedes llegar es hacerte daño a ti mismo. Pero actuar con espontaneidad, me parece delicado, sobre todo cuando eres una friki de mucho cuidado. Hoy me he dedicado toda la mañana a cotillear el Facebook, he pinchado, pinchado, hice click y zas, llegue al perfil de uno de los jurados de la tesina de mi master. La verdad es que el profe me dio buen rollito cuando comentó la música del video, pensé que si se fijaba en esos detalles debería ser una persona agradable. Me dijo algo así como: ¿no te parece que la música que escogiste es muy clásica para hablar de Arte Contemporáneo? ¡Por supuesto que me pique!, aunque tenía razón, ¡me pique!, porque era “Yo la tengo” que s

Insomnio

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 Insomnio Y sigo dando vueltas, para encontrarte en eternos y perturbados sueños, allí donde sólo es posible perderme en tu mirada, donde las pausas están llenas de sentido, donde viven en plenitud tus particulares gestos, en ese lugar donde descubro ese guiño perfecto que me lleva por instantes a vivir en la perfecta inercia de la armonía.

Maestros en mi cocina II

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Hace poco tiempo descubrí una serie documental francesa “ Fourchette et sac à dos ” y estoy enganchada. Tienen a una presentadora guapa y simpática “Julie Andreu” que viaja alrededor del mundo para descubrir no sólo lo mejor, si no lo más auténtico, autóctono, tradicional de la cocina de los cinco continentes. Va descubriendo la cocina de cada país a través de las ciudades con mayor tradición culinaria, se pasea por los mercados municipales, de agricultores, busca los fundamentos de la cocina a partir del encuentro con los pequeños trabajadores de la tierra, el mar y los ríos, eso le permite identificar la esencia de la cocina, las materias primas. Y a partir de allí, se cuela en la cocina de familias de cada ciudad, donde aprende de la mano sobre todo de mujeres, como mi madre o mis abuelas, a transformar esos productos básicos de alta calidad, en platos tradicionales que han pasado de generación en generación, construyendo de esta manera el imaginario colectivo de u

Maestrxs en mi cocina I

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  Aída Alonso Corría el primer trimestre de 1996 cuando me toco salir de lo que en ese momento era, mi cutre ciudad (Ciudad Bolívar) para empezar una nueva vida de autonomía y libertad en la capital, Caracas. Los deseos de cualquier adolescente tardía se hacían realidad: podría salir y entrar de la residencia e ir a fiestas, sin tener que dar explicaciones, iba a gestionar mi tiempo de estudios, con el de ocio, el dinero, no tendría que escuchar a mis padres ni a mis hermanos. ¡Iba al paraiso! Estaba a punto de vivir en mi " Jersey Shore" particular. Lo que no piensas cuando tienes 18 años y estas a punto de mudarte  sóla a la ciudad más importante de tú país, es que la autonomía incluye, lavarse la ropa, limpiar, comprar y cocinar la comida, y ademas tener que lidiar con 22 mujeres en un penthouse. En mi vida dependiente, mi madre siempre cocinó, ella es una mujer con mucho temple y energía, pero la cocina de rutina la quemó, la verdad no era muy creati