La Visita

Yoann Lemoine

Ring, ring, ring, ring, ring,ring

- Coño, ¿Donde está el puto teléfono?

Ring, ring, ring

Lo busco desesperadamente debajo del sofá, en el baño…

Ring, Ring, Ring

Respira, piensa rápido, ¿Con quien hablaste la última vez y dónde estabas?

Ring, Ring, Ring

¡La cocina! Claro, como es posible no recordar que llame a mi mamá a Venezuela para que me explicara como es que se hace el asado negro.

El Reencuentro

- Buenas Tardes, mansión de los Pérez Pacheco a la orden
- Jajajajajaja, tenias que ser tú, jajajjajaja
- ¡Luis Antonio!
- Si, soy yo, ¿Cómo están por allá?
- Chamo, no lo puedo creer, que fino que me llames, tanto tiempo, pero hoy no es mi cumpleaños ni el de Horacio
- Jajajajajaja, ¿Cuándo vas a cambiar?...siempre con tus chistecitos burda de lo aciditos, ¡No!
- Jjajajajaja, Bueno, esto es lo que hay, como dirían los Amigos Invisibles, jajajaja, ¿Y qué mas pana, que me cuentas? ¿Que tal la vida por Alemania?
- Bueno, bien, como todo, calidad de vida, burda de frío, el cielo gris todo el time.
- ¿Y Marisela y las niñas?
- Chévere, por aquí andan, echando vaina, menos mal que ellas son blancas y se entienden, ¿Y Uds.?¿Que tal todo?
- ¡Nosotros!, Bien, normalito, aprovechando la primavera, este fin aprovechamos de quitarnos el verde apio del invierno, fuimos para la playita con unos panas, y la pasamos buenísimo, ya cojimos colorcito.
- ¡Qué rico!
- Si, de verdad que eso es lo que nos gusta de Valencia. Coño, ¿Cuándo vienen?, mi piso es súper grande, tengo burda de espacio, de verdad que pueden venir cuando quieran.
- Por eso te estoy llamando, encontré unos pasajes baratísimos en las líneas estas de bajo coste y estábamos pensando pasarnos un par de días por allá.
- Tú dime el día y la hora, que si es fin de semana los pasamos buscando con el coche por el aeropuerto, pero si es día de semana, tranky, que en el aeropuerto esta el metro y es la misma línea que viene a mi pueblo.
- Finísimo, deja que compre los billetes y te vuelvo a llamar
- Ok, dale, estamos en contacto, un besito para Mari y las niñas

Preparativos

- Horacio, muérete que me llamo Luis Antonio
- ¿Quién es Luis Antonio?
- Verga pana, ¡Qué ladilla! ¿Cómo haces para que no se te olviden los nombres de los jugadores de fútbol?, Chamo, Luis Antonio, mi pana del colegio, el que vive en Alemania, tiene dos niñitas y esta casado con Marisela, la hija del portugués de la panadería del Casco Histórico, ¿Sabes?
- No, yo no los conozco, tu me has hablado de ellos, pero de conocerlos de vista y trato, no los conozco
- Hay Horacio, da igual, el tema es que vienen este fin, ¿Tú crees que podamos pasarlos buscando por el aeropuerto el sábado?
- Si, yo no tengo ningún plan especial, lo único que te aviso es que vi las noticias y este fin de semana va a llover burda.
- ¡Quueeeee! Bueno, ya veremos que inventamos, además, yo soy experta en cruzar los cuchillos y voltear el vaso de agua para que no llueva
- Eso si que no te lo voy a permitir, con la sequía que hay y tú pretendes cruzar al cielo, te volviste loca, de eso nada, que llueva, agua dulce del cielo es lo que le hace falta a Valencia
- ¿Y cuando vamos a ir hacer la compra?
- Hazla por Internet
- Vale, pero tu pagas los 12€ de cargo

Decir que Luis Antonio era mi amigo del alma, seria engañarme, nos conocíamos del colegio, habíamos pasado 13 años de nuestras vidas estudiando en el mismo sitio, en los mismos salones de clases, con los mismos profesores, las mismas monjas, los mismos tequeños con chispas de queso de la cantina.

Pero amigos de saltar la reja para escaparnos del colegio, tirar bombas de agua juntos en el carnaval, hacer picnic con la comida que nos ponían nuestras madres en las loncheras, jugar pichas y ese tipo de cosas, la verdad que no éramos amigos de esos.

El tiempo y la distancia nos unió. Comprendimos que por alguna razón nuestras vidas estuvieron cruzadas durante esos 13 años.

Si me hubiesen dicho hace un par de meses que Luis Antonio estaba en mi camino para enseñarme lo que es una pesadilla, no lo habría creído. No quiero adelantarme. Todo tiene su tiempo.

El avión llego con puntualidad. Horacio y yo estamos felices y ansiososos por la visita. El día estaba hermoso, ellos ya habían comido, decidimos entonces que lo mejor era aprovechar el día y mostrarles los iconos turísticos de la ciudad.

Las niñas son hermosas, Prici, la mayor, es morena y tiene unos expresivos ojos verdes, heredados de su madre, es simpática y espontánea. Camila, la menor, es madura, mandona, segura de lo que quiere y manipula, con sonrisas y lagrimas, le da igual, siempre quiere conseguir lo que quiere.

Paso el sábado, el domingo, el lunes y el martes. Fuimos a la playa, al centro, al cine, a los castillos, hasta que el recorrido turístico se nos agotó.


La pesadilla. I Fase

El miércoles durante la cena Horacio se aventuro a preguntar, sin borrar su sonrisa del rostro:
- Bueno Luis Antonio ¿Y hasta cuando se van a quedar?
- Chamo, la verdad es que no hemos comprado el billete de regreso, lo que pasa es que Marisela y yo estamos ahora mismo en el paro y no tenemos ningún apuro en volver, las niñas necesitan unos días de vacaciones, el sol, la playa. Pero, ¿Por qué? ¿Hay algún problema?
- No, para nada. Es que pensábamos que solo se iban a quedar el fin de semana. Pensábamos que tenían trabajo y las niñas colegio.

Terminamos de cenar, y como todas las noches teníamos que ver una de las 25 películas infantiles que habían traído Prici y Cami. Puedo escribir de memoria los diálogos de La Sirenita, Encantada y Ratatouille.

Horacio y yo no entendíamos muy bien porque Marisela limpiaba tan periódica y eufóricamente su habitación y el baño. Hasta que le dije:
- Coño Marisela, yo soy higiénica, marica pero tú me ganaste, de pana que por mi no tienes que limpiar tanto.
- Es que Prici tiene un problemita emocional, le tiene pánico al retrete, y hace sus necesidades en el suelo.

Mi cara se deformó. Hice Plow, cual condorito, cuando al fin pude reaccionar:
- Verciale Mari, ¡que fuerte! ¿Y tiene algún tratamiento?
- Si, por eso estamos aquí, la psicologa nos recomendó que cambiáramos su ambiente cotidiano para ver como era su reacción.

Respira profundo, disimula tú cara de asesina, hoy no vas a matar a nadie

- Coño Marisela, de pana que lo siento mucho, pero ten cuidado, mira que los muebles no son míos.
- No chama, tranquila, solo se hace en el suelo


La pesadilla. II Fase

Después de 2 semanas…

- Luis Antonio, ¿Nos acompañas a hacer mercado?
- Cónchale Horacio, es que no me siento bien, yo creo que la comida de Lucia no me sentó bien.

Lógico, después de las tres veces que se sirvió, normal que le caiga mal. Lo que yo no entiendo es porque no le dice a su mujercita que le prepare la comidita al niño.

En el supermercado…

- Coño Lucia, serán muy amigos tuyos, pero ya me están sacando de mis casillas.
- Normal, a mi también me tienen verdes
- ¿Qué hacemos?
- Baja los breakers de las luz
- Verga Lucia, que radical.
- Bueno pana, me estas preguntando que hacemos para que se vallan y te estoy resolviendo el problema.
- Si, pero mañana me tengo que bañar con agua fría y ¿Qué vamos a comer?
- Yo también tendré que ducharme con agua fría y comeremos bocadillos de atún. Pero no tendremos que ver La Sirenita, y tampoco le cocinare al malagradecido de Luis Antonio.

Después de arreglar la compra y cenar, Horacio bajo los breakers. Todos estábamos sorprendidos por el acontecimiento, encendimos unas velas, no vimos La sirenita, pero Luis Antonio se dio cuenta que los únicos que no teníamos luz en el edificio éramos nosotros,

- ¿No será que Uds. no pagaron el recibo? Dijo con su cara muy lavada
- ¡Quizás se nos paso! Le dije. Es que con tantas sorpresas, la rutina cambia y es normal que se te olviden las cosas.
- Jajajajajaj, No parecen cosas de la perfecta Lucia
- Horacio, cariño, ¿Nos acostamos a dormir? ¡Que mañana tenemos que trabajar! Hasta mañana a todos, que descansen
- Difícil, sin luz

Al día siguiente, después de la jornada laboral…

- Lucia, muérete que solo fue que se bajaron los breakers. Chama, me puse a mirar todo con calma, porque yo se que tú te puedes quedar sin toallas sanitarias, pero dejar de pagar un recibo, ¡Jamás! Y nada, le pregunte a la vecina donde estaban las brekeras y me puse a mirar, y zas, subí los suiches y ya tenemos luz, ¿qué fino, no?
- Si, claro. Buenísimo. ¡Qué diligente eres Luis Antonio!, es que si te hubiese mandado no lo haces tan bien.

Todo siguió igual. Ellos viviendo en nuestra casa y nosotros estresados y ansiosos. Las niñas no comen ensalada, Luis Antonio encantado con el vino de la Rioja y el Jamón Serrano de Teruel, Marisela sigue limpiando como loca y Horacio se ha inscrito en clases de Yoga, Escala y un curso de Grafología

La pesadilla. III Fase

1 semana después del incidente de la Luz…Decidí sin consultarle a nadie, cerrar la llave de paso del agua.
Horacio se levanto de mal humor por no poderse duchar y cepillarse los dientes con agua fría de la nevera, no me dio su beso de despedida y se fue a trabajar. Estaba segura que esto iba a funcionar, pero no me dio tiempo de pensar en los alcances reales de mi decisión.
Me despedí en la mañana de Marisela y las niñas, con una sonrisa irónica, Luis Antonio seguía durmiendo el ratón del vino.
- Tranky Mary, ahora llamo a la cooperativa del agua a ver si es que están haciendo algún trabajo en las tuberías, cualquier cosa te llamo del trabajo y te aviso.

Al regresar de la jornada laboral…

La casa estaba putrefacta, Pricilla se había hecho pipi y pupu por toda la casa y no había agua para limpiarlo. Marisela, Luis Antonio y Camila tenían cara de locos. Marisela me grito desde el sofá:

- Lo siento mucho Lucia, ten cuidado con lo que pisas

La cara de loco de Luis Antonio era producto de su borrachera, se levanto del sofá y se acerco a la entrada, fijo su mirada en mis ojos y me dijo:

- Esto no se hace Lucia, yo pensaba que éramos amigos, nos conocemos de toda la vida, mi hija tiene un problema y pensábamos que si veníamos las cosas podían cambiar, pero Uds. se han encargado de que nuestra visita sea una pesadilla

Ummmm, ¿Qué hago? ¿Los dejo a ellos como unos abusadores, me relajo y dejo que siga descargando o me hago la victima inocente ofendida?

- ¿qué quieres que te diga Luis?
- Nada, no tienes que decir nada, nosotros nos vamos mañana y no pensamos regresar nunca mas, y te voy a borrar del Messenger, el facebook, el hi5 y My Space