¡La Virgen María aún existe!
Que si, que si, no me estoy inventando nada, he tenido un encuentro cercano del tercer tipo con ella.
Las experiencias serán proporcionales a tú gusto por la vida. En la medida que crecen las experiencias vitales, los valores tienden a transformarse; se endurecen, expanden, reducen, arraigan y en ese complejo y dinámico proceso se va con-formando nuestro prisma de estereotipos.
Creemos (como idiotas*) en cierto punto del proceso que todos aquellos que están a tu lado y pertenecen al mismo momento histórico se manejan más o menos en el mismo sistema de valores. Es decir, asumes (otra vez, como idiota) que hay ciertas cosas en la vida que como parte de la humanidad consideras básicas y esenciales y por esa pequeña obviedad todos deberíamos tener no sólo aprendidas, además interiorizadas (en esta reflexión no entran las patologías ni las anomias psicosociales, está claro que eso va más allá de esta vulgar escupida de pensamientos).
Hasta ayer, hubiese podido afirmar, discutir, darte la razón en tono irónico y hasta levantar la ceja por defender que para mi generación la idea de mujer basada en la virgen María, había sido desterrada del planeta por Afrodita, la compañera de Mazinger y no sólo desterrada, había muerto al no poder respirar fuera de la órbita terrestre.
Pero, en fin, hablar de mi generación tampoco es mucho tiempo. Y como dije antes, la experiencia te transforma. Hoy entendí que aún quedan por ahí muchas vírgenes maría, viven tranquilas en el inconsciente de muchos hombres que creen en sus mujeres como imágenes divinas rendidas a sus pies, capaces de no voltear nunca más para los lados y que sus deseos como hombres (mujer=hueco) siempre estará en conflicto con la mujer que vive hoy en otro plano de la misma realidad. Hasta ayer hubiese dicho “apuesto 20€ a que los hombres piensan que las vírgenes maría, son aburridas”
Y todo esto viene por un simple comentario anecdótico egocéntrico, hecho a tono de continuar con la conversa, después de la cena en el salón de casa con Antonio y Fiorella.
Como todo metro usuario de más de cuatro estaciones, suelo desconectarme con el ipod y un libro de lo que sucede alrededor de la misma gente con la que comparto un espacio y el aire del que todos sin pensar respiramos. De lunes a viernes es la misma cosa. Pero hoy la matrix cambió, y yo como es normal, hice cortocircuito. Llegue a mi destino, estación Meliana, estaba sentada justo al lado de la puerta de salida, me levante, guarde el libro en el bolso, gire 180º sobre mi eje para encontrarme directamente con la puerta amarilla de todos los días, pero no, hoy es diferente, estaba un chico guapísimo esperándome con una sonrisa picara, diciéndome con su mirada “jajajaja, te he pillado, vienes demasiado distraída, jajaja”. Generalmente no suelo encontrar este tipo de situaciones (y sonrisas) en mi trayecto cotidiano, quizás por distraída o simplemente porque no atraigo a los chicos guapos.
Pero como es normal ya me estoy saliendo de la línea argumental, que da igual si atraigo o no atraigo para este post, la cuestión es que quería reforzar mi ego con los compañeros del piso y nada, como tema de conversa tirada en el sofá, está bien, por eso conté la performance de 5seg en el metro.
Lo que nunca imagine fue que una respuesta me iba a dar un post:
- ¡Muy bonito! Y lo dices así como si nada en mi cara -este es Antonio y lo dice en tono de macho vernáculo burlesco-
- Jajajajaj, jijiji…Si yo le digo eso a Fabian, ya me estaría lanzando por la ventana, como minimo se hubiese levantado de la silla con cara de culo y se va a su habitación…¡Imagínense! No me dejó comprarme una colección de todas las películas de Matthew McConaughey
*La idiota siempre soy YO, no quiero salpicar a nadie con mi ignorancia
Pregono una y otra vez incansablemente que, la vida no es más que la reunión de un montón de acontecimientos en los que vas aprendiendo, sintiendo y creciendo; todo esto en un momento histórico y territorio determinado por otros muchos factores, que muchas veces se escapan de nuestras manos como sujetos sociales.
Las experiencias serán proporcionales a tú gusto por la vida. En la medida que crecen las experiencias vitales, los valores tienden a transformarse; se endurecen, expanden, reducen, arraigan y en ese complejo y dinámico proceso se va con-formando nuestro prisma de estereotipos.
Creemos (como idiotas*) en cierto punto del proceso que todos aquellos que están a tu lado y pertenecen al mismo momento histórico se manejan más o menos en el mismo sistema de valores. Es decir, asumes (otra vez, como idiota) que hay ciertas cosas en la vida que como parte de la humanidad consideras básicas y esenciales y por esa pequeña obviedad todos deberíamos tener no sólo aprendidas, además interiorizadas (en esta reflexión no entran las patologías ni las anomias psicosociales, está claro que eso va más allá de esta vulgar escupida de pensamientos).
Hasta ayer, hubiese podido afirmar, discutir, darte la razón en tono irónico y hasta levantar la ceja por defender que para mi generación la idea de mujer basada en la virgen María, había sido desterrada del planeta por Afrodita, la compañera de Mazinger y no sólo desterrada, había muerto al no poder respirar fuera de la órbita terrestre.
Pero, en fin, hablar de mi generación tampoco es mucho tiempo. Y como dije antes, la experiencia te transforma. Hoy entendí que aún quedan por ahí muchas vírgenes maría, viven tranquilas en el inconsciente de muchos hombres que creen en sus mujeres como imágenes divinas rendidas a sus pies, capaces de no voltear nunca más para los lados y que sus deseos como hombres (mujer=hueco) siempre estará en conflicto con la mujer que vive hoy en otro plano de la misma realidad. Hasta ayer hubiese dicho “apuesto 20€ a que los hombres piensan que las vírgenes maría, son aburridas”
Y todo esto viene por un simple comentario anecdótico egocéntrico, hecho a tono de continuar con la conversa, después de la cena en el salón de casa con Antonio y Fiorella.
Como todo metro usuario de más de cuatro estaciones, suelo desconectarme con el ipod y un libro de lo que sucede alrededor de la misma gente con la que comparto un espacio y el aire del que todos sin pensar respiramos. De lunes a viernes es la misma cosa. Pero hoy la matrix cambió, y yo como es normal, hice cortocircuito. Llegue a mi destino, estación Meliana, estaba sentada justo al lado de la puerta de salida, me levante, guarde el libro en el bolso, gire 180º sobre mi eje para encontrarme directamente con la puerta amarilla de todos los días, pero no, hoy es diferente, estaba un chico guapísimo esperándome con una sonrisa picara, diciéndome con su mirada “jajajaja, te he pillado, vienes demasiado distraída, jajaja”. Generalmente no suelo encontrar este tipo de situaciones (y sonrisas) en mi trayecto cotidiano, quizás por distraída o simplemente porque no atraigo a los chicos guapos.
Pero como es normal ya me estoy saliendo de la línea argumental, que da igual si atraigo o no atraigo para este post, la cuestión es que quería reforzar mi ego con los compañeros del piso y nada, como tema de conversa tirada en el sofá, está bien, por eso conté la performance de 5seg en el metro.
Lo que nunca imagine fue que una respuesta me iba a dar un post:
- ¡Muy bonito! Y lo dices así como si nada en mi cara -este es Antonio y lo dice en tono de macho vernáculo burlesco-
- Jajajajaj, jijiji…Si yo le digo eso a Fabian, ya me estaría lanzando por la ventana, como minimo se hubiese levantado de la silla con cara de culo y se va a su habitación…¡Imagínense! No me dejó comprarme una colección de todas las películas de Matthew McConaughey
*La idiota siempre soy YO, no quiero salpicar a nadie con mi ignorancia
Comentarios
¡¡¡antes muerta que sencilla!!!
Un besito!!!