Alicia Machado somos todas

Siento decirlo, pero me cansan, por la incapacidad de mirar mas allá de lo aparente.
Quiero ser humilde con mis palabras y transmitir sentimientos más allá de juicios de valor.
Soy mujer, no soy perfecta y suelo equivocarme con el mismo porcentaje con el que puedo ser asertiva, eso sólo dependerá de quien me legitime, de quien se identifique y a quien pueda dar ganas de vomitar, con mis pensamientos y acciones.
Y al igual que puedo ser asertiva e imperfecta, todos los hombres que me rodean pueden ser igual de imperfectos, asertivos e inseguros, que yo, tú, el, ellos, nosotros.
Si un hombre postea, reenvía, crea, circula un comentario ofensivo, chiste o como quieran llamarlo sobre los errores de una mujer que hace vida pública, pienso que reproduce los valores machistas de la mayoría de las sociedades latinoamericanas.
Es más fácil para mí, dedicarle un par de líneas diciéndole que él no es perfecto y podría enumerar también las miles de equivocaciones que se han suscitado a lo largo de la historia por los hombres. Pero eso quizás, no cambie nada y él continúe reproduciendo su discurso.
Si una mujer, amiga, prima, tía; circula este tipo de chistes ofensivos sobre una igual, pienso en eso que dicen que las primeras reproductoras del machismo latinoamericano somos las mujeres. Me indigno, frustro y la tristeza circula por mi sistema sanguíneo.
No puede ser. ¡Queridas mujeres del mundo! Estamos en el 2011. Podemos votar, estudiar, casarnos, divorciarnos, inseminarnos, ponernos tetas, culo, cambiarnos narices, viajar solas, comprar a nuestro nombre cualquier tipo de bienes, propiedades y servicios, somos presidentas de estados-nacionales, gerentes de multinacionales.
Y aún no somos capaces de poner un freno a este tipo de perversidades con nuestras iguales. Alicia Machado somos todas. Y el que diga que no se equivoca y es perfecto, tengan cuidado, alguna psicopatía debe tener. Pero cebarse con una mujer como Alicia Machado y usarla como depositaria de todas las imperfecciones humanas, es humillante. Y desde mi punto de vista maltrato para todo el género femenino. Si como mujeres seguimos rulando ese tipo de chistes de tan mal gusto, alimentamos también el mito de nuestra frivolidad e incompetencia intelectual.
Lo siento. Pero no me da la gana que nadie me diga que mi cuñada es frívola porque se puso las tetas. ¡No! Esa es su elección.
Lo siento. Pero no me da la gana escuchar que todas las mises no tienen cerebro. ¿Quiénes somos para generalizar? ¿Conocemos la historia de vida de cada mujer que toma como elección participar en un concurso de belleza? Y si es frívola ¿Qué pasa? Hay algún problema con ser frívola en una sociedad que continuamente nos alienta al culto hedonista de nuestro cuerpo y de nuestro contexto. Para mí es ir, simplemente, con el espíritu del tiempo.
Y la verdad hay mucha bibliografía gratis en internet sobre el pensamiento único y las formas contemporáneas de dominación como para que me ponga a escribir un discurso inconsistente del tema.
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