Yoga- Fín de Curso


Texto de Carlos Reviejo e ilustración de Xavier Salomó

Cuando comienzo algo, es normal (para mí), tener expectativas, ideas preconcebidas de la acción ha realizar….¡pues muy mal! En este curso he aprendido, ¡aprendido no!, rectifico…he experimentado que, viene muy bien para la salud mental, física y emocional, vivir el aquí y el ahora, dejarse fluir, tratar en lo posible de no hacer juicios de valor. Y ¿Por Qué no hacerlo? Porque quizás al no cumplirse las expectativas de nuestros deseos, podemos frustrarnos o desmotivarnos.
Es más enriquecedor y sano, por ejemplo, tener un objetivo (a corto o mediano plazo), una meta y trabajar hacia la consecución de ella. Utilizar el espacio, el tiempo y la interacción con los otros como mensajeros, guías o maestros hacia la búsqueda del logro.
Todo tiene un inicio y un final. Y también es bueno al transcurrir un tiempo, evaluar. ¿Voy por buen camino? ¿Estoy más cerca de mi objetivo? ¿Es esto lo que necesito? ¿He conseguido lo que me he propuesto? Ahora, ¿Cuál es el siguiente paso?
Cuando comencé este año en Yoga, estaba pasando por una situación personal bastante límite. Me encontraba nadando en círculos en un mar con mucha resaca, que me halaba hacia atrás, no había salida, éramos yo y mis instintos más básicos, yo y mis emociones, yo y mis problemas psico-existenciales, la mente era el mar con resaca y estaba muy cerca de hundirme.
Pero siempre hay momentos de lucidez, pedí (fuerte, creo que grite) y fui escuchada: ¡necesito ayuda! Y llegó Sara, la vendedora de motos profesional. Me la pusieron en el camino para encontrarme. Me dijo, insistió, repitió, en un tono que sólo es de Sara, y que tiene la capacidad de ponerte en ocasiones nerviosa: ¡Tienes que apuntarte al Yoga! Pero tienes que ir ya, se acaban las plazas, ve, ve ya, corre…¡Así es Sara!
De eso han pasado ya nueve meses, lo que dura un embarazo. Y como buena humana, he tenido sentimientos encontrados, donde mis expectativas se han encontrado con la realidad, dónde la realidad ha superado las expectativas y ahora me encuentro con un puñado de herramientas para re-conocer-me, trabajar-me, ayudar-me, sonreir-me, aceptar-me y simplemente disfrutar de esta experiencia única que he venido a vivir aquí y ahora. Si no soy feliz es porque no quiero, porque todo lo que tengo lo elegido yo.
Hoy hemos cerrado un curso y creo que el ejercicio final ha sido un perfecto resumen de lo que han sido los nueve meses de gestación: teníamos que hacer una breve meditación, luego íbamos a cumplir tres papeles diferentes de nosotrxs mismxs, en el primer papel debíamos imaginar una situación limite que no nos agradara o en la que sentíamos que la situación nos superaba, al tenerla claramente visualizada y pudiésemos sentir la emoción que nos transmitía ese momento, debíamos movernos físicamente hacia un lado y mirarnos desde fuera y pensar, ¿Qué le diríamos a esa parte de nosotras que estaba experimentando esa emoción? Al tenerlo claro, debíamos movernos de sitio y colocarnos físicamente en un punto donde pudiésemos apreciar a esas dos partes de nosotras y observar lo que sucedía.
En conclusión: trabajaré por ser más ser. Equilibrar mis emociones, pensamientos y cuerpo físico. Aceptarme como parte de un todo. Mirar más allá de lo aparente y trascender-me.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
ENHORABUENA MARIANGELES!
Es un buen trabajo, si hubiese puesto un examen...seria MATRICULA DE HONOR.

MI CORAZÓN SE ALEGRA Y ME SER SONRIE..
Ángeles Navarro ha dicho que…
Gracias Amparo!!!

Entradas populares de este blog

Limpieza Macrobiótica- Día 1

560 calorias

Una cena para doce