Perdida

Mientras la brisa soplaba fuerte sobre mi cuerpo, el árbol me hablaba mientras bailaba al ritmo del inclemente viento, que no dejaba abrir mis ojos y con una voz atorrante grito:

- Yaaaaaaaaaaa, no grites mas, no me abochornes, ya no puedo soportar tu inmadurez, ¿Por qué estas aquí? ¿Pensaste que iba hacer fácil? A las princesas a veces les toca aprender abrir los ojos mientras el viento sopla y la arena se las juega todas para llegar hasta ahí, justo a ese lugar donde mas te molesta que este. Reacciona cariño, tienes cuerpo y tienes alma, solo tienes que aprender ha hacerte fuerte, pero no fría, tu corazón debe permanecer intacto a pesar de todo. No creo en la falsa modestia, por eso fíjate, mírame bien, ¿Crees que mi proceso ha sido fácil? las inclemencias me han hecho crecer, mis raíces se asientan en esta tierra que me da y me quita.

Un poco confusa y aturdida ante tan inesperada descarga, mis ojos se llenaban de incontrolables lágrimas, y quizás un poco de jipeo…

- No me interrumpas con tus lloriqueos de niña malcriada, no te das cuenta que las lagrimas nublan tu corazón y ahora es el momento de estar lucida, abre los ojos, ábrelos bien, no tengas miedo, solo así podrás encontrar tu camino en medio de esta tormenta.


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