El Artista y el mundillo del Arte
Hace un par de días en una linda terraza caraqueña se monto una discusión de “alto nivel” sobre el funcionamiento del sistema del arte. En ese momento me sentí muy feliz de tener amigos inteligentes capaces de argumentar “concienzudamente” sobre temas tan actuales como el sistema del arte, los premios y concursos, el jurado, el público y los artistas; además de la diferencia entre la obra plástica y la fotografía.
Lástima que el alcohol y mi Alzheimer juvenil también estaban presentes en la tertulia y no puedo reproducir exactamente todo tal y como se dijo, tratare de hacerlo lo mejor posible, son en esos momentos cuando dices, por qué no saque mi Blackberry y grave la conversación, si es que para eso son esos súper dispositivos móviles, para tenerlo todo en un mismo cacharro, lo que me falta es la mentalidad espabilada.
Todo comenzó porque el arrendatario de la terraza, un joven y emprendedor artista plástico, quedo seleccionado para formar parte de la 65 Bienal Salón Arturo Michelena, que es uno de las muestras con más trayectoria y peso en Venezuela. Un amigo fotógrafo del arrendatario y la arrendataria (bailarina clásica y gestora cultural), comenzaron a discutir sobre la trayectoria que deben tener los artistas antes de apuntarse a este importante premio.
Las dos posturas eran claras, por un lado el fotógrafo defendía la importancia del salón y la ingenuidad con la que muchos jóvenes artistas se apuntaban sin tener experiencia y trayectoria en el mundillo del arte. Esta postura la apoyaba también un diseñador grafico que se encontraba en la terraza.
Por otro lado, estaba la postura del arrendatario y la arrendataria, que entendían perfectamente la posición del fotógrafo pero argumentaban que en las bases del salón no había ningún apartado donde se especificara la importancia de la trayectoria curricular del artista, y que ya existen bastantes restricciones y limitaciones en el mundo del arte como para que en dicho Salón se volvieran excluyentes, a esta posición se le unió una socióloga y gestora cultural de la terraza.
¿Hasta que punto se deben escalar poco a poco posiciones en el sistema del arte?¿Pierde credibilidad un salón de arte si lo gana un joven artista sin trayectoria, sin un trabajo de peso que lo consolide en el mundo del arte más allá del salón que ha ganado?¿En un salón de arte que priva, la obra como objeto único o todo el contexto que hace a la obra?¿Es diferente la fotografía a la plástica?
Las bases de todo concurso, salón, bienal, premio y/u/o afines son esenciales, ellas son las que llevaran la batuta de todo lo que suceda antes, durante y después de tomar las decisiones.
El jurado dice mucho, ellos establecerán el discurso museográfico del evento, establecerán el cannon con su veredicto y consolidaran o derrumbaran a los ganadores, perdedores, a los seleccionados y a los que no. Son los grandes responsables de continuar con la consolidación del evento. Mientras menos criticas mejor. Dudar de la credibilidad del jurado, es dudar del evento y al dudar del evento es mejor como artista no formar parte de él.
El artista en el siglo XXI es libre de forjarse su carrera como mejor le parezca, él es el que toma las decisiones de donde van sus obras. Al final, los que mueven el sistema del arte son cuatro gatos. Quizás es reduccionista pensar que para entrar en el sistema del arte no es suficiente tener cualidades como artista, es importante tener padrinos que lancen tu carrera.
Comentarios