Déjalo que se exprese


Hay situaciones en la vida que no las puedes comprender hasta que no las vives. Esas frases tópicas que las madres repiten de generación en generación: "Hasta que no seas mamá no lo sabrás", "Madre es sólo una", "Hijo, Yo sólo quiero lo mejor para ti", etc.-...Pues resulta que esas frases hechas no son tan tópicas como pensaba, de verdad hasta que no lo vives y estas en la situación no lo puedes ni entender, ni comprender y mucho menos aprehender. Sólo piensas: "Todas las mamás son iguales, espero no caer en eso" y con conciencia o no: CAES.

Tengo cierta debilidad por la ropa, creo que es una forma sana de expresar: emociones, sentimientos, identidad, personalidad, gustos, estatus social, erotismo, sensualidad, romanticismo, belleza, indiferencia, en fin, el envoltorío que llevamos dice mucho de quienes y cómo somos, tengamos o no la conciencia de ello.

Pensaba que al tener un varón: Maurizio, mi pitufo de dos años y nueve meses (sólo las mamás somos capaces de recordar cuantos "n" meses tienen nuestras crías), no iba a tener el problema de las niñas, quienes son las que comienzan a temprana edad a ser selectivas con la ropa. En la guardería de mi hijo había una niña que día tras día iba con un vestido de satén rosa, parte de un disfraz de princesa, eso me hacia mucha gracia hasta HOY. Escuchaba a su madre diciendo: "es que no hay forma de que se quite ese trapo. Lo tengo que lavar todos los días"; para mi esta anecdota era muy cómica.

Pero cuando quieres ir a un concierto de música clásica con tu príncipe de dos años y nueve meses y él decide revelarse por primera vez con el status quo de su fashión y colocarse los shorts de baloncesto Adidas vinotintos con beige iguales a los de tu compi de piso, combinados con unos zapatos azules, con rojo y amarillo. Ya no te hace tanta gracia la niña del vestido de satén rosa.

Tenía que llegar ese instante para poder sentir y comprender a mi madre cuando peleaba con mi hermano y mi padre todos los 31 de diciembre para que se vistieran de acuerdo al sentido que tenía para ella esa fiesta. En su momento, esa discusión para mi no tenía sentido, era una tontería, porque para mí el 31 de diciembre no representa más que un día más en el año. Siempre le repetía a mi madre: dejalos que vallan como quieran, al final no eres tú la que va mal vestida.

Pero lo que sientes es que si eres tú la que va mal vestida, aunque esta afirmación sea frívola y carezca de sentido para muchos, yo hoy la he experimentado. Mi hijo era una prolongación de lo que soy y debía representar con su ropa el mismo papel que yo iba a representar en ese concierto.

Después de una larga e infructuosa discusión con un enano que aún toma biberón, pedirle paciencia eterna a Dios, ver con incredulidad como se ponía sólo el short Adidas y los zapatos, tratar de manipular psicológicamente y todo para que se pusiera una camisa preciosa, con un short a juego y sandalias. Fue duro escuchar por parte de mi compi de piso: "Déjalo que se exprese".

Al final no fuimos al concierto, salimos de paseo, y fue vestido como él decidió que quería salir a la calle. Cuando su padre lo vio, dijo: "Uy y éste anda súper descombinado".

Si hijo sí, le dije, y ni me lo recuerdes; acostumbrate, porque el niño ya sabe y elige lo que quiere llevar puesto.


Comentarios

isabel ha dicho que…
Que fino que mi hija despues de 34 años ,halla comprendido que los hijos son unas cajitas de sorpresa,es cierto nadie aprende por experiencia de otro,hay que vivir la vida aprendiendo cada dia de todo lo que nos rodea.Hay que reir, hay que bailar, la vida es un carnaval, como lo decia nuestra celia Cruz.
Ángeles Navarro ha dicho que…
jajajajajaja...pues si mamá, tienes toda la razón!!!
Ángeles Navarro ha dicho que…
jajajajajaja...pues si mamá, tienes toda la razón!!!

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