Una Compra Nerviosa


Cuando dices "compra nerviosa" a un(x) venezolanx que vive fuera de las fronteras territoriales, inmediatamente llegan a mente (específicamente a la mía) dos imagenes visuales que tienes grabadas en el ADN: Un 31 de diciembre dando vueltas desesperadamente en medio de cualquier lugar lleno de gente, buscando todos lo mismo que tú, las uvas y la pantaleta amarilla. La otra imagen, es la triste y fue la primera que me vino a la cabeza: la escasez de productos de primera necesidad en un país rico, que desde mi punto de vista esta mal gestionado. Quizás es un mecanismo de defensa para hacerme creer que es mejor la vida que llevo fuera, porque no tengo que pre-ocuparme ni ocuparme por productos considerados en otras latitudes como básicos y a los que nadie se molesta en darle ni una pizca de atención, siempre están dónde tienen que estar.

Sin embargo, en mi cotidiano, cuando tengo contacto con mi familia, amigos y conocidos, escuchas en recurrentes ocasiones frases como: No hay café, no hay harina de trigo, no se consigue el Mazeite, ni la Mavesa, no hay azúcar, no hay toallas sanitarias, no se consiguen pañales desechables, ¿leche en polvo? no niña, eso es casi un producto de lujo.

En España hasta hoy, hay de todo en el supermercado. Pero en Valencia, la ciudad donde vivo, la calidad del agua del grifo es pésima y hay que comprar agua mineral para no calcificarte en vida. Reflexionando sobre la escasez, la ciudad y la dependencia que tenemos con los distribuidores de agua mineral pensé: ¿Y si un día esta gente del agua mineral se pone en huelga? ¡Qué vamos a tomar! Agua con cal.

El agua no es un producto básico, es esencial para nuestra vida, y creo que no le damos la importancia que tiene, ¿Por que hemos permitido convertir en negociable nuestro derecho a consumir agua de calidad?

Esa es mi foto de hoy: Una friki que acumula agua mineral por si a las moscas

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