Una cena para doce




No puedo pensar que un reto es fácil.
No puedo pensar nunca que un reto es fácil.
No puedo pensar nunca jamás que un reto es fácil.
Cuando leí: "una cena para doce", pensé que era pan comido. Tenía un día duro, con obligaciones diversas varias, corre corres habituales y algunas zancadillas enviadas directamente a la sobrada que dijo: el reto es fácil.
La primera foto en el cerebro era en la mesa del comedor con todos los cacharros respectivos, los invitados de honor: la fauna de peluche que habita en mi casa. Pero pensé que era muy tópica y quizas era un poco apropiarme de la visión fotográfica de Julia (casi adulto). Así, sin más la foto fue descartada.
A partir de allí todos mis espacios en blanco fueron dedicados a la bendita cena: caminando por la calle a 1 grado, en el metro a 22 grados, caminando a la guardería a 8 grados, cocinando caraotas a 12 grados.
Pero la olla de presión sintió emocionalmente mucha presión y decidió que ese día iba a estallar, si, si, literalmente, a la olla de presión se le salio la presión y toda la cocina se vistió de rojo caraota para la ocasión (¡el conisismo de su mae!) Venga, a limpiar todo el desastre del pegote rojo.
Un poco quemada, por el cansancio, la limpiadera, el encierro en casa con un pitufo de dos años. De repente y sin mas llego la foto: la dualidad en una cena. En la tierra, los seres humanos, venimos a vivir dentro de la dualidad y a través del libre albedrío cada uno decide que camino tomar. Si nos detenemos a pensar somos: hombre/mujer, Amor/ egoísmo, libertad/ opresión, Paz/ guerra, positivo/negativo, lo material/lo espiritual, etc.- Ojo, entiendo los matices, sin embargo, creo que en el camino siempre inclinamos la balanza hacia un lado o hacia a otro, dentro de la gran paleta de colores.
Era perfecto el escenario, una cena, se iba a reunir la crema y nata de la dualidad a través de iconos visuales. Venga, a descargar los símbolos. Listo. Click a imprimir, coooooo, no tengo tinta en la impresora. ¡Jolines! No tengo foto.
Replanteo, replanteo.
Al final mi foto es lo más posi y hippie del planeta.
Entendiendo que cuando comemos estamos aportándole a nuestro cuerpo la gasolina que necesita para desarrollar correctamente y sin esfuerzos sus funciones básicas, debemos alimentarnos pensando, creando, sintiendo la comida como un elemento mágico capaz de llevarnos a un estado de plenitud física y espiritual. Cada elemento representado en la fotografía debería de estar presente en cada una de nuestras comidas.

Comentarios

JuliaCaracas ha dicho que…
Seh.... fue lo primero que pensé! Peluches cenando...

Pero acabé con hormigas...

No te preocupes, creo que mi hilo conductor es de a ratos lo infantil y el color -

Buena la foto. Hippie, pero buena!

¿Cómo te fue después?
Ángeles Navarro ha dicho que…
eehhh, gracias por pasar y dejar tú comentario.

ya he visto tú foto, muy chula, a mi marido se le ocurrio, pero en invierno aqui no hay hormigas, jejejeje

termine el día super cansada y un poco de mal humor, pero cerre los ojos, hice un par de respiraciones conscientes y zassss ya estaba volando en el plano omnirico.

Un beso fuerte pa ti y animo que ya nos queda menos, jejejeje

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