Una Plañidera
¿What?
¡qué coño es una Plañidera!
Santo Google de la divina providencia nos llevo a entender que una plañidera es una mujer que se le paga para llorar, en funerales y entierros. Figura que se remonta a la antigüedad y que en algunas zonas del mundo aún se mantiene (como en los pasos de Semana Santa al Sur de España)
Entendido el sentido de la fotografía, me dispuse a crear mi foto en el cementerio del pueblo, el cual queda a tres cuadras de mi casa. Me dije: ¡Esto es pan comido! ¡La foto va a quedar espectacular!
Cinco grados de temperatura en la calle, vestida de completo luto con flor fucsia en el pelo, trípode en mano, cartel de plañidera profesional, todo listo. Pero al entrar al cementerio me tope con el guachimán (whatchmen, vigilante), el cual es una prolongación en Meliana de San Pedro, el cuidador del cielo, para los que no lo saben según la entrada por donde asciendas o desciendas al más allá, no se permiten hacer fotos, si quieren entrar por Meliana, en esta zona no esta permitido llevar ninguna maquina que capture el cemento, las flores y la estructura en nichos, donde se desintegran los huesos.
- Señor, por favor, es un concurso de fotografía y voy a hacer una representación de una plañidera.
- No niña, ya le dije que aquí no se pueden hacer fotos, esto es un lugar santo.
- Mire señor, yo he ido al Cementerio de Buenos Aires, de Ciudad Bolívar, de París y tengo fotos de todos ellos.
- Bueno eso sera por allá, pero aquí no esta permitido hacer fotos.
- Ok, gracias señor
Mi alma salio llorando como si de una plañidera se tratase, pero no lloraba por la foto, mis lágrimas eran decepción ante la estrechez de mente que pueden tener algunos con respecto a la muerte.
La muerte es una celebración, nuestra alma se va a evaluarse y reprogramarse, para continuar con su camino de trascendencia divina.
Pero muchos no lo entendemos así por el apego, mal entendido amor. Si de verdad amaramos sin condiciones, nos alegraríamos al concientizar que una persona ya cumplió su aprendizaje en este plano y ahora le toca marcharse.
En cambio, trasladamos nuestro apego y nuestro amor egoísta a un lugar físico, compramos un pedacito de tierra para que se quede con nosotros, o lo metemos en un jarrón con tapa, le llevamos cosas materiales (como flores) y le rezamos al cemento, al metal, la porcelana o los huesos.
Señor Guachimán, el cementerio es sólo un lugar al que nosotros dotamos de sentido, porque queremos creer que allí están nuestros amores. Sin embargo nuestros amores están siempre con nosotros, no necesitan ningún lugar físico ni material. La energía divina trasciende la materia.
La foto del día: Una plañidera no necesita ir al ritual para llorar, los muertos estan por todas partes
Comentarios
Vicky gracias por pasar y dejar tú comentario.
Me alegro mucho que compartan mis locuras, eso nos acerca aún más.
Besos para las dos
No soy partidaria de estas tradiciones de mi tierra, más que nada porque no soy religiosa, pero como tradiciones las tengo que respetar.
Lo único que quiero con este comentario es sacarte del error y que aprendas un poco más de la cultura española, pero no te lo tomes a mal porque no te lo cuento por eso, es que a mí por ejemplo me gusta conocer de primera mano las cosas (y quién mejor que yo para hablarte de las mujeres de mantilla de Sevilla, que es de donde soy).
Por cierto, te lo digo de nuevo, la foto genial, me encanta :-)